Zócalo de madera

Pues sí. Un zócalo de madera. Se puede necesitar por muchos motivos, el mío es que quería esconder unas manchas de humedad que no se iban nunca, ni siquiera repintando, además, da un toque acogedor a una estancia, por eso lo hice de una altura mayor a la habitual. Os contaré paso a paso cómo lo hice.

Las herramientas y material necesarios son: Una sierra, un martillo, un cúter, un atornillador y una taladradora. Tornillos y tacos, clavos de unos 15 mm, silicona, listones de madera (o cartón prensado) machihembrada, una varilla plana de unos 15-20mm de ancho por unos 5mm de profundo y otra triangular de unos 12x12mm, ambas deben tener una longitud del doble de la de las paredes donde se colocará. La anchura de la varilla triangular ha de ser la misma medida que la anchura de la varilla plana más la anchura de las tablas. 

Se atornillan las varillas planas a lo largo de todas las paredes, en paralelo y a una altura aproximada de 5 y 25 cm por ejemplo.

 

 

Se cortan las tablas en partes iguales según la altura que se haya elegido. Se puede hacer entre 10 y 150 cm de altura aproximadamente. Yo lo hice de 30cm. 

 

 

Una vez cortadas se vuelven a machihembrar y se clavetean a las varillas que se atornillaron a la pared, con unos clavitos tan largos como la suma de la profundidad de la tabla más la varilla, unos 12-15mm. Es suficiente un clavo a la varilla superior y otro a la inferior por tabla puesto que al estar encajadas entre ellas por las ranuras del machihembrado, ya quedan bien sujetas.

 

 

Si hubiera que adaptarse a alguna forma irregular de la pared, conviene hacer una plantilla de la irregularidad, pasarla a la madera y recortar en ella la misma forma.

 

 

Para hacer una esquina hay que ayudarse de un cúter u otra herramienta con la que se pueda desbastar la madera para que la unión entre ambas quede perfecta.

 

 

Una vez clavadas todas las tablas a las varillas de la pared, es el momento de colocar la varilla triangular, una en la parte superior para tapar el espacio vacío entre las maderas y la pared y otra en el ángulo inferior del suelo. La varilla superior se clavetea a las maderas verticalmente y la inferior horizontalmente.

La silicona servirá para esconder las posibles irregularidades que quedaron al cortar las maderas.

 

 

Ahora se puede pintar todo con el color que más os guste.