¿Puedo poner mi nombre a una estrella?... - NO!.

Desde hace más de 20 años "International Star Registry" se dedica a registrar nombres de cualquier persona, previo pago, para renombrar a las estrellas, pues normalmente se las reconoce por una secuencia alfanumérica ininteligible. Aseguran que el registro de estos nombres está en el libro "Your place in the Cosmos" que se encuentra en la oficina de Copyright en los Estados Unidos; y que copias de este libro se encuentran depositadas en un banco en Suiza. Un volumen actualizado se publica periódicamente, el VII volumen apareció en el año 2008 con los nombres de las estrellas registradas desde Julio 2004; este libro también contiene muchas informaciones sobre astronomía; las personas que han dado el nombre a una estrella reciben información de la fecha de publicación. También dicen que otras copias de este libro se encuentran en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y en la Biblioteca Británica.

 

Mucha gente ha caído en la trampa, o quizá dentro de la incredulidad, sucumbe ante la debilidad de hacer un sueño realidad, cae en el “por si acaso” o en el “¿y si pudiera ser?” o el “¿porqué no?”, un sentimentalismo muy lícito.

 

Winona Ryder tiene uno de Johnny Depp. Nicole Kidman tiene una y la llamó "Forever Tom". La princesa Diana tiene dos, compró para ella después de su muerte. Y al menos una viuda de un bombero perdió en el ataque al World Trade Center quería comprar uno en la memoria de su difunto esposo. Y    muchos más y de todos los niveles culturales y sociales, crédulos o no.
 

Pero Registro Internacional de Estrellas sin duda no tiene una licencia para el nombre de estrellas.

La Unión Astronómica Internacional es el único organismo autorizado a poner nombre científico a los cuerpos astrales.

Robert Naeye, editor de Mercury Magazine, una publicación de la Sociedad Astronómica del Pacífico, lo pone en términos muy claros: "Los nombres de las estrellas vendidos por el Registro Internacional de Estrellas "International Star Registry" no son reconocidas por ninguna organización astronómica profesional."

 

El Registro Internacional de Estrellas no está en el negocio de la asignación de nombres de estrellas oficialmente, sino que está en el negocio de encontrar personas dispuestas a pagar por un certificado que en un sentido científico no significa absolutamente nada.